Finlandia / Día 1 - Parte 1
Soy de los que piensa que la felicidad en el ser humano nunca es completa, siempre necesita por lo menos tener como mínimo un 10% de tristeza ... ¿La razón? Desconozco, quizás sea una manera de tener un motivo para continuar. En esta oportunidad el viaje me encuentra bastante organizado en cuanto a preparativos y equipamiento y, como si esto fuera poco, sumo la suerte de poder contar camino a la aventura con un colega y amigo, Martin Auzmendi (a quien llamaremos a partir de ahora en estas crónicas como el "Embajador”). Con una condicion sine quanon, no superar los 23 kilos permitidos, y con casi 15 kilos exclusivamente de herramientas y vasos, mi flamante y nueva valija rígida estaba lista para ser despachada en avión que haría escala en París con destino final, Helsinki.
El vuelo, que debía despegar a las 18.10 horas, como estaba previsto, lo haría, según se leía en la pantalla del Aeropuerto, a las 19.30 horas. Esto comenzo a generarme una preocupacion importante: no llegaría a combinar con el avión escala. Cuando el problema de las horas se habia apoderado de toda mi atencion, la voy firme y varonil del piloto Alexander Tratohik nos comunicaba por altoparlante a los pasajeros que dado estos inconvenientes a decido cambiar la ruta de vuelo para llegar en el horario estimado a Paris. Mi cara de duda decia todo lo que por mi cabeza estaba pasando: sí existe la posibilidad de tomar otra ruta donde se ahorre 1.30 horas de vuelo y combustible porque no toman está ruta siempre? No me estará mintiendo el piloto Alex para que no me preocupe durante las próximas 12 horas de vuelo? En fin en medio día conoceremos la respuesta ...
Soy de los que piensa que la felicidad en el ser humano nunca es completa, siempre necesita por lo menos tener como mínimo un 10% de tristeza ... ¿La razón? Desconozco, quizás sea una manera de tener un motivo para continuar. En esta oportunidad el viaje me encuentra bastante organizado en cuanto a preparativos y equipamiento y, como si esto fuera poco, sumo la suerte de poder contar camino a la aventura con un colega y amigo, Martin Auzmendi (a quien llamaremos a partir de ahora en estas crónicas como el "Embajador”). Con una condicion sine quanon, no superar los 23 kilos permitidos, y con casi 15 kilos exclusivamente de herramientas y vasos, mi flamante y nueva valija rígida estaba lista para ser despachada en avión que haría escala en París con destino final, Helsinki.
El vuelo, que debía despegar a las 18.10 horas, como estaba previsto, lo haría, según se leía en la pantalla del Aeropuerto, a las 19.30 horas. Esto comenzo a generarme una preocupacion importante: no llegaría a combinar con el avión escala. Cuando el problema de las horas se habia apoderado de toda mi atencion, la voy firme y varonil del piloto Alexander Tratohik nos comunicaba por altoparlante a los pasajeros que dado estos inconvenientes a decido cambiar la ruta de vuelo para llegar en el horario estimado a Paris. Mi cara de duda decia todo lo que por mi cabeza estaba pasando: sí existe la posibilidad de tomar otra ruta donde se ahorre 1.30 horas de vuelo y combustible porque no toman está ruta siempre? No me estará mintiendo el piloto Alex para que no me preocupe durante las próximas 12 horas de vuelo? En fin en medio día conoceremos la respuesta ...
La foto es en el mercado central de Helsinki, un clasico desayuno, cafe con leche y sandwich de salmon.
que grande vos ye el embajador sueltos por le mundo, el piloto para mi que siempre hace el viaje mas largo porque le gusta correr picadas pro ahi con otro avion
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